Miguel Ramón, guerrero de la vida
Por Gabriel Méndez
Tiene 26 años y es una persona especial.
Así lo dijeron los médicos sin saber a ciencia cierta que tan especial era Miguel Ramón.
Es un guerrero de la vida.
Sale todos los días con su guitarra al hombro y deja su casa vacía, así como se la ha dejado la pandemia, según platica.
Hace cinco meses apenas, estaba en el mismo sitio en donde hoy se encuentra, cantaba y reía.
Trataba de contagiar a todos de su calidez humana.
De vez en vez echaba una mirada a una chica que se encontraba en una esquina del puesto de las famosas Tortas de Pierna del Mercado 23, tantas veces lo hizo, que llamó la atención de todos.
“Es mi prometida nos dijo”, al término de la melodía.
“Hoy nos vamos a casar y lo haremos a la orilla de la playa, qué más quiero”, comentó mientras la miraba de una manera difícil de describir, era una de esas miradas como las que hacen las madres mientras cargan a sus hijos recién nacidos en su regazo.
Caímos en cuenta que era 14 de febrero. No pudimos ocultar que sentimos felicidad por aquella pareja que aprovechaba al máximo el tiempo para juntar lo más que se pudiera para su luna de miel.
Faltaban dos horas y aún estaban en el 23, aún tenían que arreglarse e irse a la zona hotelera, así que tomaron las propinas y corrieron entusiasmados.
Hoy recuerda ese día y sigue con esa sonrisa de felicidad.
Su situación económica en el momento de su boda era difícil. Ahora su televisor y sus demás cosas, ya están en el empeño. A veces no tiene ni para la medicina de su hija, quien también es una niña especial, pero como señala “siempre habrá la manera de resolver las cosas”.
Su situación se ha vuelto más dura, pero él no ha cambiado en lo más mínimo. Sale a cantar con una amplia sonrisa.
Y siempre tendrá una palabra de aliento para todos.
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